martes, septiembre 24, 2013

RUMOR

Rumor, risas de mujeres, una quena desafinada, embriagada, muebles que se mueven y arrastran sus partes metálicas o de madera contra el piso. El viento, silbando cerrado, tímido, aprisionando el aire, previniendo a la lluvia que en millones de rocas golpeadoras de calaminas se acerca desde el punto más lejano. De pronto, un papel que se arruga y cae en un bote de basura, alguien clava en la pared de al lado, gritos?, gemidos?, susurros que traspasan puertas rechinantes, también rechinan zapatos deportivos en el parket. Todos los sonidos se mueren rápidamente, parece que esperaran eternidades para ser escuchados y en un segundo o menos se mueren en esa soledad y esparcen su nada al viento.
Lo único que no cesa es el sonido de esa quena que parece el viento mismo y ese rumor que por momentos crece hasta hacerse insoportable y luego se hace tan pequeño que se vuelve insoportable. Pero la quena sigue, no es música, no hay melodía, solo son sonidos desordenados, caprichosos, difusos y confusos a la vez. Y esta lluvia que no llega, tal vez si estaría aquí, nos ensordecería y ahogará cualquier otro sonido, hasta el de esa quena que paradójicamente sería el primer sonido en ser extrañado.
Unas campanitas suenan a lo lejos y el motor de algún camión. Un momento, esos son pasos, sí, pasos. Se acercan, parecen zapatos de mujer con tacones, son delicados, coquetos, livianos…pero esa quena sigue y sigue, ya empieza a molestar, se está haciendo insoportable. Los pasos se detienen en la puerta, ahora solo se escucha la quena, parece que los oídos van a reventar. Y en ese paroxismo, simplemente se ve la perilla que gira lentamente y la puerta se abre…sí, era una mujer, lleva un vestido rojo, escotado. Porqué se tapa los oídos? Y tiene ese gesto? Abrumado por el increíble ruido, cierro los ojos, suelto los brazos y dejo de soplar…

viernes, septiembre 06, 2013

LLAMADA ENTRANTE - DESCONOCIDO



La vibración y el chillido de ese puto ringtone me despertaron sobresaltado. Adormecido aún por la anestesia de un sueño pesado y profundo, aclaré mi voz y con los ojos cerrados me dispuse a contestar sin ver en la pantalla quien era la persona que osaba perturbar mi sagrado sueño, sabiendo que últimamente me cuesta tanto trabajo dormir, ya sea por el trabajo, las noches y dias de bohemia o el simple ocio que desencadena terribles elucubraciones en mi mente una actividad carnavalezca en mi cerebro.
Entonces me puse a pensar:
Tendría que ser una emergencia, tal ves un accidente, o alguien que me tiene la suficiente confianza como para llamarme a esta horas y pedirme ayuda luego de un asalto...o será alguno de mis eternos compinches que se acordó que me esta noche me quedé en casa y busca un hombro en quien llorar y dormir su borrachera o un bolsillo amigo para continuar la farra...o peor aún, para levantarme e ir corriendo al retén a pagar la multa y sacarlo de su encierro. Será el Mike, o el Katanas? ese gordo abusivo ya me despertó otras veces para pedirme que vaya al putero a pagar su cuenta para que no lo revienten y encima que me apure por que la Jazmin estaba preguntando por mi...pero no creo, porque desde que trabaja en el ministerio y se esta empezando a pudrir en plata ya solo va a lugares en los que paga con su tarjeta y a los cuates de toda la vida que lo salvamos de más de una joda ya ni nos contesta los mensajitos del face. Será que algo les paso a mis viejitos? pero si nunca les di este mi nuevo número, además si fuera así ya habría venido mi tío Roberto corriendo a avisarme, esas son las instrucciones claras y precisas que le di.
Si es que es un desubicado que se equivocó de número, primero lo voy a mandar bien a la mierda y luego lo voy a joder todas las noches que yo no duerma y como eso es bien seguido, se va a arrepentir el gil y va a aprender a fijarse bien antes de apretar el botón con el dibujito de un telefonito verde. Ahora si es un borracho, lo voy a perdonar nomás, todos debían perdonar a los borrachos que llaman en la mitad de la noche, al que debían culpar es al alcohol por hacernos hacer tantas huevadas, yo mismo hice mil y una estupideces gracias al bendito alcohol y a ese amigo pequeñito que siempre me acompaña en mi bolsillo y que si no me equivoco se apellida Ericsson. Ya debían crear una aplicación para android que detecte nuestro estado etílico y bloquee las llamadas, sms, watsaps, y actualizaciones de estado del face, el nerd que la invente se hincha de plata, fija. Cuantas vergonzosas y dolorosas disculpas y explicaciones nos ahorraría.
No creo que sea la Jenny, desde la ultima discutida y sopapeada mutua no quiere saber de mi, a no ser que de verdad esté camote y llame para decirme que vaya en este momento a su casa por que ya no se aguanta las ganas, me extraña y me perdona todo lo que le dije y le hice luego de encontrarla a la salida de ese aloja acompañada y acaramelada del purito del Johnny que es nada más y nada menos que el mensajero de su empresa. Sinceramente, aunque quisiera con toda el alma que sea ella, es lo menos probable y ahora que me acuerdo, ella tampoco tiene mi nuevo número.
Bueno, descartando todo eso, no puede ser nada importante, ni nadie urgente. Este frio ya recorrió todito mi cuerpo como un feroz escalofrío, ya me dieron ganas de mear y siento como el sueño se va desvaneciendo...que hora será?...

Luego de esa veloz reflexión, deslicé mi dedo pulgar por la pantalla, de memoria y aún sin abrir los ojos escuché un bip y no dije nada, solo escuché. Primero una respiración profunda, algo así como un respiro profundo o un gemido chiquito, parecía de mujer...luego, un silencio de 47 segundos (lo supe al día siguiente), un sonido borroso como si restregaran algo por el micrófono del teléfono y después, otro bip...
Fin de la llamada...