La vibración y el chillido de ese puto ringtone me
despertaron sobresaltado. Adormecido aún por la anestesia de un sueño pesado y
profundo, aclaré mi voz y con los ojos cerrados me dispuse a contestar sin ver
en la pantalla quien era la persona que osaba perturbar mi sagrado sueño,
sabiendo que últimamente me cuesta tanto trabajo dormir, ya sea por el trabajo,
las noches y dias de bohemia o el simple ocio que desencadena terribles
elucubraciones en mi mente una actividad carnavalezca en mi cerebro.
Entonces me puse a pensar:
Tendría que ser una emergencia, tal ves un accidente, o
alguien que me tiene la suficiente confianza como para llamarme a esta horas y
pedirme ayuda luego de un asalto...o será alguno de mis eternos compinches que
se acordó que me esta noche me quedé en casa y busca un hombro en quien llorar
y dormir su borrachera o un bolsillo amigo para continuar la farra...o peor
aún, para levantarme e ir corriendo al retén a pagar la multa y sacarlo de su
encierro. Será el Mike, o el Katanas? ese gordo abusivo ya me despertó otras
veces para pedirme que vaya al putero a pagar su cuenta para que no lo
revienten y encima que me apure por que la Jazmin estaba preguntando por
mi...pero no creo, porque desde que trabaja en el ministerio y se esta
empezando a pudrir en plata ya solo va a lugares en los que paga con su tarjeta
y a los cuates de toda la vida que lo salvamos de más de una joda ya ni nos
contesta los mensajitos del face. Será que algo les paso a mis viejitos? pero
si nunca les di este mi nuevo número, además si fuera así ya habría venido mi tío
Roberto corriendo a avisarme, esas son las instrucciones claras y precisas que
le di.
Si es que es un desubicado que se equivocó de número,
primero lo voy a mandar bien a la mierda y luego lo voy a joder todas las
noches que yo no duerma y como eso es bien seguido, se va a arrepentir el gil y
va a aprender a fijarse bien antes de apretar el botón con el dibujito de un
telefonito verde. Ahora si es un borracho, lo voy a perdonar nomás, todos debían
perdonar a los borrachos que llaman en la mitad de la noche, al que debían
culpar es al alcohol por hacernos hacer tantas huevadas, yo mismo hice mil y
una estupideces gracias al bendito alcohol y a ese amigo pequeñito que siempre
me acompaña en mi bolsillo y que si no me equivoco se apellida Ericsson. Ya debían
crear una aplicación para android que detecte nuestro estado etílico y bloquee
las llamadas, sms, watsaps, y actualizaciones de estado del face, el nerd que
la invente se hincha de plata, fija. Cuantas vergonzosas y dolorosas disculpas y
explicaciones nos ahorraría.
No creo que sea la Jenny, desde la ultima discutida y
sopapeada mutua no quiere saber de mi, a no ser que de verdad esté camote y
llame para decirme que vaya en este momento a su casa por que ya no se aguanta
las ganas, me extraña y me perdona todo lo que le dije y le hice luego de
encontrarla a la salida de ese aloja acompañada y acaramelada del purito del Johnny
que es nada más y nada menos que el mensajero de su empresa. Sinceramente,
aunque quisiera con toda el alma que sea ella, es lo menos probable y ahora que
me acuerdo, ella tampoco tiene mi nuevo número.
Bueno, descartando todo eso, no puede ser nada
importante, ni nadie urgente. Este frio ya recorrió todito mi cuerpo como un
feroz escalofrío, ya me dieron ganas de mear y siento como el sueño se va
desvaneciendo...que hora será?...
Luego de esa veloz reflexión, deslicé mi dedo pulgar por
la pantalla, de memoria y aún sin abrir los ojos escuché un bip y no dije nada,
solo escuché. Primero una respiración profunda, algo así como un respiro
profundo o un gemido chiquito, parecía de mujer...luego, un silencio de 47
segundos (lo supe al día siguiente), un sonido borroso como si restregaran algo
por el micrófono del teléfono y después, otro bip...
Fin de la llamada...