sábado, octubre 13, 2007

CARTA PROHIBIDISIMA

Hola, se que prometí no escribirte pero ya sabes que cumplir promesas no es precisamente una de mis virtudes…
Aunque no sé si esta carta será leída por tus ojos, por lo menos me servirá para descargar este oscurantismo de alma, esta sensación de estar completamente perdido en la noche sin tu luz, ya sabes.
Como ves, sigo haciéndome al poeta, sigo metaforeando, sigo hablando y escribiendo estas huevadas que te costaban entender, pero te mecían y adormecían mientas cerrabas los ojos y dibujabas esa sonrisa…
Te escribo por que anoche soñé contigo y desperté pensando en ti y acordándome. Sabes que en estas fechas se cumple un año de esa noche en la que me dijiste no se que cosas sosteniéndome la barbilla para que yo te mire a los ojos? Yo te acaricié el cabello y te rasqué levemente la cabeza? Y te respondí no se que cosas y te compare con la luna y nos abrazamos? Te acuerdas?
Yo se que si, a pesar de esa dura pero sensata promesa, yo se que si.
Perdón por escribir cada párrafo con esas pausas tan largas, se que no se nota pero te lo digo igual. Lo que pasa es que escribo mientras espero mi turno para tomar el cubilete y lanzar los dados, luego de un codazo del gordo que esta a mi lado, de la puteada general de todos, por no estar atento y luego de tomar otro seco como castigo por eso de los palitos, sabes no ve? Entonces tomo, lanzo los dados y… “seis al tren” digo y vuelvo a mi escritura. “Eso es escalera de huevo!”, me interrumpe el gordo, yo: “seis al tren”, repito, y tomo nuevamente mi papelito lila, todo arrugado y mojado, en el que escribo esta carta.
Sabes? estoy otra ves aquí, luego de casi un año, luego de esa noche mágica, trágica, escalofriante y hermosa, esa noche… Veo aquella mesa, nuestra mesa…esta vacía y me acuerdo, escucho esa misma canción y me acuerdo, siento el mismo sabor de este alcohol y me acuerdo; entonces también me acuerdo por que no quise volver a este lugar. Es que esta lleno de ti, de tu olor, del sabor de tu boca y su humedad, del color de tu voz...aun estas aquí!, igual que esa lágrima derramada sobre nuestra mesa ahora convertida en sal, igual que tus manos unidas a mis manos, igual que tus ojos clavados en los míos, conectados, aun estas aquí…
Entonces me doy cuenta que yo también estoy aquí, en esta oscuridad amarillenta, mis versos flotan en este humo de cigarro, en este frío que recorre todo el lugar cada ves que se abre la puerta, en estas lucecillas que se prenden y se apagan, en el aliento horrible del baño, en esos nombres tallados y rodeados de un corazón.
Y me tomo un seco y siento despertar luego de darme cuenta que en este pequeño mundo, oscuro, adormecido y bullicioso…aun estamos juntos, siento y casi puedo ver como nuestros cuerpos se perciben, se abrazan, lloran, se besan, se miran y no se separan…Creo que estaremos juntos en este lugar por siempre, aunque sea en esencia, y cada ves que quiera sentirme junto a ti y escribirte, volveré…
Bueno, se me acaba el tiempo y debo terminar esta carta. Así que me despido, se que no dejarás de recordarme, donde quiera que tu estés…yo no te olvidare, donde quiera que yo esté…aunque un pedacito tuyo y mío estarán juntos por siempre en este lugar…
Hasta siempre…

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